Los Conductos En La Chimenea

Los conductos en la chimenea

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Los conductos en la chimenea, se diseñan para favorecer la salida de los gases de escape y que vayan a una velocidad adecuada, el objetivo es evitar problemas ocasionados por perdidas de carga excesivas.

Hay que resaltar, la importancia de que los conductos en la chimenea de la caldera industrial se encuentren aislados para evitar fugas de calor, especialmente en aquellas partes situadas antes del último intercambiador de calor.

En ciertas situaciones que se puedan presentar problemas que se corresponden con el rocío del acido provocando la corrosión en los intercambiadores, los conductos de la chimenea se recubrirán con una sustancia antiácido.

Aquellas chimeneas que tengan que garantizar por un lado el tiro utilizando el efecto que producen los ventiladores y de manera simultánea favorecer la dispersión de los gases de escape a la atmosfera alrededor de la planta industrial. Tendrá que contar en su diseño con estos 2 requerimiento.

Si tenemos que priorizar estos 2 requisitos, el primero es el mas determinante, para ello debemos cumplir lo que se indica en el Reglamento de equipos a presión y sus instrucciones técnicas complementarias, concretamente en las normas UNE del anexo IV de la ITC-EP1. La altura de este elemento se verá condicionada por:

  • El combustible utilizado
  • La cantidad de chimeneas que existan cerca
  • El caudal de los gases de escape
  • La cercanía a: zonas urbanas, zonas residenciales y otros.
  • Climatología
  • Otros

Para el correcto diseño de las chimeneas, hay que tener presente que el tiro natural depende de la altura a la que se vaya a construir y de la temperatura media que dispongan los componentes de los gases de escape.

La formula que se suele utilizar para calcular el tiro de las calderas industriales se basa en una comparación de dos columnas, una de aire y otro de gases calientes.

Debido a que los conductos en la chimenea suelen encontrarse al final del circuito de gases, es practica habitual que la temperatura de estos pueda descender, concretamente en el área de contacto con la superficie del conducto y encontrarse por debajo de la temperatura en la cual se produce la formación del roció del ácido. Con lo que dispondrá de una protección antiácida.

Otra forma para reducir los problemas ocasionados por el rocío del acido es aislar esta parte de la caldera industrial. De esta manera se evitará que el calor no se mantenga y esto provocará que la temperatura de los gases que se encuentren en contacto con la superficie, alcance rápidamente aquel valor necesario para evitar los problemas de rocío del ácido.

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